Hna. Claudia Cavallaro: La esperanza no es un optimismo vago, sino que es Cristo
Hna. Claudia Cavallaro: La esperanza no es un optimismo vago, sino que es Cristo
Será la primera vez que la Hna. Claudia Cavallaro participe en la Asamblea Plenaria
de la UISG. Es la Superiora General de la Congregación de las Hermanas
Ursulinas, conocidas como Hijas de María Inmaculada. Sus expectativas respecto
a este gran evento en mayo próximo no son pocas:
“Respirar un aire fraterno y familiar, compartir alegrías, dolores, esperanzas, ser
ayudada a tener una visión global de mi servicio.”
El tema de este año es “La vida consagrada: Esperanza que transforma”, en sintonía
con el Jubileo 2025: Peregrinos de la esperanza. La esperanza “no es un optimismo
vago”, sino que es Cristo, explica la Hna. Claudia. Ella espera que estos eventos nos
ayuden a volver a poner a Cristo en el centro y a “sostenernos como cristianos y
como personas consagradas en el camino de apertura y de fraternidad con todos”.
La Superiora General de las Hijas de María Inmaculada también se detiene en el tema
del nuevo liderazgo de la UISG, que será elegido justo después de la Asamblea
Plenaria. Según ella, hay mucho que preservar:
“El significado evangélico de la obediencia, de la escucha: obediencia a Dios, a la
misión, a la vida, a través de ciertos medios; el sentido del discernimiento
comunitario y personal; la necesidad de requisitos como una profunda libertad
interior y la búsqueda del bien.”
Al mismo tiempo, hay aspectos que no pueden seguir siendo como hasta ahora:
“La figura de la autoridad como autoritarismo, como si la líder tuviera la verdad
en el bolsillo y no necesitara a los demás. (No debería) delegar demasiado para no
asumir responsabilidad sobre las decisiones. También debe cambiarse el modo de
pensar y realizar el discernimiento comunitario, si es que se hace.”
Luego, esta ursulina italiana comparte cómo su congregación está intentando poner
en práctica la sinodalidad:
“Aprovechar al máximo y ejercer las herramientas y estructuras sinodales que ya
tenemos: encuentros comunitarios, a nivel regional y de congregación, consultas,
potenciando sobre todo la formación en este sentido y el compromiso personal y
comunitario.”
Además, se trata de comprender la importancia, la belleza y la utilidad de la
corresponsabilidad en la vida entre las hermanas y en la propia misión, añade la Hna.
Claudia:
“Al mismo tiempo, al crecer en la responsabilidad personal y en la
corresponsabilidad, se crece en el sentido de pertenencia, y viceversa. Son muy
importantes las condiciones, los requisitos, el terreno para vivir la sinodalidad.”
Sin embargo, si faltan las condiciones y el crecimiento de los presupuestos, no se
logra nada, advierte al final la Hna. Claudia. Es necesario caminar juntas, reflexionar
y compartir — y estas no son cosas obvias, concluye.
Mira la entrevista en francés AQUÍ